LES CYSTIDES DES HYMÉNOMYCáˆTES

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EVANGELINA PÉREZ SILVA

Resumen

En los primordios de los diferentes Hymenomycetes pudimos observar que el origen de los plegamientos de las láminas se manifiesta en diferentes estadios, aun cuando la diferenciación externa no es aparente (Coprinus micaceus).
En otras especies, como Naematoloma sublateritium, el origen de los plegamientos de las láminas, igual que la diferenciación de los cistidios, se observa en la parte de los primordios que dará origen al píleo, cuando esta parte ha alcanzado de 1 a 2 mm de diámetro. Por el contrario, en otras especies como lnocybe hystrix, el origen de los plegamientos de las láminas y, por consecuencia, la diferenciación de los cistidios, es tardía.
En general, los cistidios marginales y a veces los pelos marginales, son las primeras células que adquieren su diferenciación, pero puede suceder el caso contrario (Lacrymaria).
Los cistidios verdaderos o pleurocistidios se caracterizan y difieren de los queilocistidios por su forma, posición, estructura y origen.
Los pleurocistidios tienen su origen en los plegamientos de la capa en empalizada de la cámaru anular. Son células binucleadas, de citoplasma homogéneo y de pared variable en espesor, situados en las partes faciales, a veces parte marginal de las láminas y parte superior del estípite: sirven como receptáculos y realizan la excreción de una manera intensa.
Los queilocistidios son la terminación de las hifas de la trama. Según nuestras observaciones, se originan tan pronto como se forman los plegamientos de las láminas, en la gran mayoría de las especies. Estas células tienen siempre pared delgada y transparente, y citoplasma hialino; son también binucleadas y realizan con menor intensidad la excreción.
El espesor de la pared, sobre todo en los pleurocistidios, puede variar según los géneros o según las especies, éstas dentro de un mismo género. A veces es delgada, parecida a la de los queilocistidios, volviéndose bastante gruesa. Con ayuda del microscopio se observa que, en ciertas especies, la pared está protegida por una película externa y una película interna. Las mismas estructuras han sido reveladas por el microscopio electrónico.


La presencia de los núcleos es claramente visible antes que la excreción se acentúe quedando ésta ligada a la maduración de las basidiosporas.
El condrioma es observado en los cistidios jóvenes.
En especies del género Lactarius. Hymenomycetess desprovistos a veces de cistidios, observamos que los laticíferos se encargan de realizar esta función.
Pensamo, como otros autores, que los cistidios pueden realizar papeles diferentes en los hongos:
1) Almacenar grandes cantidades de agua (Coprinus).
2) Servir como depósitos de glicógeno o de sustancias lipídicas (Stropharia, Lactarius, Russula).
3) Realizar la excreción. Como productos finales de la nutrición y, por consiguiente, como substancias de excreción, muy a menudo aparecen el oxalato de calcio (Inocybe), resinas mezcladas con una substancia más o menos cerosa y, probablemente, otras materias todavía desconocidas (Gomphidius).
La excreción de estas substancias es acompañada, a menudo, de una substancia muci-laginosa que origina uno o dos glóbulos somitales.
Dichas substancias son expulsadas a través de la mebrana cuando ésta es muy delgada, principalmente en el primer tercio superior del cistidio. Pero, cuando se trata de cistidios de pared muy gruesa, la excreción tiene lugar en la parte apical, que es la más delgada. A veces esta membrana da la impresión de ser arrugada o de presentar un poro somital. Este poro es claramente visible en Hohenbuehelia y menos visible en Copelandia y Pluteus donde la pared es de tal espesor que nos impide distinguirlo francamente.


 

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